Dura solo un segundo. Pero ese instante es incómodo. Invadido por cargas negativas, fundados en ignorancia, y sobretodo nacionalismo barato. Eso es lo que pasa cuando un chileno se encuentra a un argentino en el extranjero.

Y si pasa en inglés, es aún más evidente.

“An yuu, guère yu from?”
“Aim from Shile. An yu?
“Argentina…”

Silencio incómodo. Me paso no una, sino varias veces.

Yo era uno de esos.

Año 2006

Universidad. Mundial de fútbol, Argentina contra Alemania.  Yo iba por los teutones. Y un amigo me pregunta medio en serio, medio en broma.

“Eres medio alemán que vas por Alemania?”

“No” le respondí.

Me quede pensando. No tengo ni una gota de sangre alemana, ¿Conocía argentinos? No. Pero tenía el síndrome  anti-argentino, aunque lo negara. Ese que te va inculcando la puta sociedad chilena. Ese que es nutrido con problemas añejos de hace más de 130 años, como el de Patagonia.Y todo coronado con su inmensa superioridad en el fútbol(en ese entonces ja!), para mi, motivo capital.

argentina

Año 2010

Mismo evento, misma instancia, mismos protagonistas. Argentina pierde con Alemania. Ya no iba por Alemania, quería que ganará Argentina.

¿Que había cambiado? Había viajado. Y cuando digo viajado, no me refiero a un fin de semana a Mendoza o a Bariloche. No.

Había estado en el extranjero, en Australia, más solo que Rambo y me había cobijado con Argentinos y Uruguayos. Tomado mate, extrañar en conjunto, encarar rubias,  discutir quien habla menos mal y las típicas “peleas” transandinas.

Año 2014

Brasil 2014, final . Nuevamente los mismos protagonistas. Esta vez en pleno viaje,  en Rio de Janeiro.

En el hostal donde estaba, todos eran “gringos”, y todos iban por Alemania. Incluidas un par de alemanas, a las que había engañado (por motivos de naturaleza) un mes completo que sino era Chile tenía que ser Alemania. Todavía me acuerdo de sus caras de incredulidad cuando me vieron traicionar al grupo en Copacabana pasándome al “quilombo” argento. Pero que le vamos hacer, el arraigo es el arraigo. La sangre tira.

Esto no me pasa con los otros países latinoamericanos, salvo Uruguay. Y eso que viví en Ecuador y Brasil. Serán simpáticos, alegres, lo que quieras. Pero simplemente no es lo mismo, algo no cuaja.

Será el clima, el fútbol, el humor, la educación, todavía no tengo una respuesta concreta.  Lo que sí se, es que siempre en cada uno de mis viajes con la gente que más afinidad encontré fueron argentinos y uruguayos. Es lo más cercano a Chile.

argentina

Londres 2016.

Nico, Agustín, y quien escribe. 3 A.M en Camden. Derrotados y borrachos en un kebab. Estoy en la caja decidiendo si tiro a la basura 7 pounds o no. Miro atrás, y veo a Nico encarando a una mina con el pololo al lado con cara de querer matarlo. Como no lo voy a querer me digo jaja. Un minutos después y luego de desistir del kebab, miro atrás, y Nico no está.

“Nico no está! Desapareció!…No, el pololo de la mina tampoco está. Seguro lo mató” Le digo como mamá histérica a Agustín.

A lo que replica.

“Se pudrió la momia, boludo“…

“¿Como se pudrió la momia? Pregunto.

“Vos sos gil ah. Las momias no se pudren,  se pudrió todo”

Hasta el día de hoy me río ¿Y Nico? Apareció tres horas después en el hostal. No tenía respuesta de como había llegado. Genios.

Los argentinos son divertidos, impredecibles.

Rio de Janeiro 2014

Discutiendo de la vida del viajero con Sefo.

 “Y de ahí, que? Ya tengo 28 años, y no se que mierda hacer. Sé que me gusta viajar, pero no se puede seguir así. Necesito un plan” Le digo.

“Boludo, no te preocupes, ocupate. Y para mi, posta. Al final la realidad siempre superó cualquier plan” Me refuta con esa sabiduría que solo la experiencia entrega.

Me dejo callado, y pensativo. Hasta el día de hoy intento de seguir esa filosofía. Ocuparme, no preocuparme. La vida pasa tan rápido si realmente la vives. Ya no me hago expectativas, pero sigo soñando ¿El plan? Siempre está, pero siempre pasa algo que te cambia todo. Mejor queda disfrutar, y dar lo mejor de uno.

Mientras que con la mayoría de los otros viajeros. “Hello”, “Where you from”, “Where you going next?”, “Do you like Chili con carne?”. Cansa. Esa me la saltó rápido con los vecinos.

Cuando estoy en Chile, lo que mas extraño es la aventura, y cuando estoy en el extranjero lo que más extraño es reír, más que reír romperme la cara de risa, desfigurarme de dicha. En resumen, estar con los cabros, poder compartir mis aventuras y reflexiones. Y paradojalmente, esto lo sacio  incluso más con argentinos que con chilenos, sobretodo si son cuicos.

“Ah pero que viejo, tienes 27. Y no piensas en casarte?” Me dijo una chilena de Universidad Opus dei en Rio de Janeiro.

Viajar rompe tantos estereotipos negativos. Casi diez años después mi aproximación con los argentinos es completamente distinta. Es cierto, muchas veces de ellos hacia nosotros es igual o peor. Que somos traidores, que los vendimos con los ingleses, y un largo etecetera. Pero viejo, ese no fui yo.

Buenos Aires 2013

Discoteque. Estoy en el área chica con Malu, una bonaerense que conocí la misma noche. Se acerca su amiga con  cara de asco, y me dice.

“No me banco a los chilenos” Mirándome a los ojos, fiera.

La ignorancia es infinita como dijo Einstein. Pero con está ola de viajes e intercambio cultural llegó el momento de unir puentes en vez de quemarlos.

Además con la mano en el corazón. Le debemos tanto, Charly García, Mercedes Soza, Cortázar, Borges, Cerati, Messi, Maradona todos argentinos que alguna vez me emocionaron. Todos de verdad. Como no los voy a querer.

 

 


5 Comments

Paz · Marzo 13, 2017 at 8:38 pm

Que tierna columna (u opinión? no se jajaja), sinceramente Nicolas, las cosas en abstracto no son nada a la realidad o encarar las cosas frente a frente. “Los argentinos son ególatras” o “Los chilenos son traidores” son frases que no tienen ni un sentido cuando te encuentras con personas como tu o yo. Por eso la gente que las dice derechamente no ha salido de casa y tener siempre presente que las nacionalidades no son cualidades. Y nadie per se es asi o asá por solo hecho de nacer en un lugar.
Y por favor que se entienda de una vez, el equipo de chile o alemania no son la encarnacion necesaria de un pais.
Personalmente en ciertos aspectos concuerdo mucho contigo: el argentino es mas facil de llevar o entender que un andino y lo que a mi experiencia respecta, con ellos no somos para nada tan diferentes 😉 (aunque ellos mismos digan que no wuajjaa) En fin, que bueno que al final te diste cuenta de que no hay para que odiar, si se puede amar (kajajajaja nanai para mi que me salió cursi) Slds

    Nicolás Vergara · Marzo 13, 2017 at 10:58 pm

    Gracias por leer esta columna u opinión como defines tu. No hay que ser simplista en la vida. Los estereotipos son solo eso, prejuicios.
    Utilice el fútbol como ejemplo, pero claramente no son la encarnación de un país. Es cierto ellos opinan que los Uruguayos sons sus verdaderos hermanos, pero bueno, nosotros sabemos la verdad jaja.

    Bueno, mi titulo también fue un poco cursi, pero solo es cursi si no se siente.
    Slds!

matias · Agosto 5, 2017 at 12:35 am

Excelente reflexion!
Deberias agregar el episodio PARIS 2017, con tantos argentinos en el St cristopher inn.
Un abrazo!

    Nicolás Vergara · Agosto 6, 2017 at 6:08 pm

    Grande Mati! Jajaja ese es otro capitulo. Como me hacen reír! Un abrazo!

Andres · Abril 7, 2018 at 8:37 am

los conozco ya 10 años viajando y todavia no los paso

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